Memorial Cementerio Liquiñe

Información General del Sitio

En marzo de 1995, los familiares de las víctimas de Liquiñe inauguraron el primer memorial: una tumba colectiva por los detenidos desaparecidos del día 10 de octubre de 1973 en dicha localidad. El monolito es un acto simbólico, ya que no se han encontrado los restos.

  • Región:

    Región de Los Ríos

  • Comuna:

    Panguipulli

Descripción General

El 10 de octubre de 1973 fueron detenidos en el caserío de Liquiñe unos 15 trabajadores del Complejo Maderero y Forestal, entre ellos varios miembros de las familias Tracanao y Reinante, José Fuentealba, jefe del predio Trafún y Bernarda Vera Contardo, casada, una hija, profesora de la Escuela de Puerto Fuy en el Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, y militante del MIR. Fue detenida el 10 de octubre de 1973 por efectivos de la FACH que pertenecían al Grupo N°3 de Helicópteros “Maquehua” ubicado en Temuco.

La detención ocurrió en la localidad de Trafún, provincia de Valdivia, donde Bernarda había buscado refugio debido a que era intensamente buscada. Sus familiares habían recibido información de que se le buscaba por el asalto frustrado al Retén de Neltume. Versiones de testigos sobrevivientes dicen que ella no había participado en el frustrado asalto, pero que, debido a su militancia en el MIR y su relación con otras personas asociadas a este, a las que también se les responsabilizó por ese hecho, fue acusada de asalto.

Dos días antes de su detención, en la zona de Panguipulli, Neltume y Choshuenco se había iniiniciado un vasto operativo de militares, efectivos de la Fuerza Aérea y Carabineros. Diariamente la prensa informaba sobre la búsqueda de “los extremistas”, haciendo mención especial al nombre de Bernarda Vera. Un reportaje de la época titula: “La Bernarda huye acosada por hambre y enfermedades”. La autoridad militar al más alto nivel de la zona informaba del resultado de los operativos, señalando el número de los detenidos.

Ese mismo día 10 de octubre, se registra otras 15 personas detenidas que permanecen hasta hoy en calidad de detenidos desaparecidos. Los nombres son: Luis Rivera Catricheo, Eliseo Tracanao Pincheira, José y Alejandro Tracanao Pincheira, Salvador Alamos Rubilar, José Borquez Levicán, Alberto, Ernesto y Modesto Reinante Raipán, Luis Lagos Torres, Carlos Figueroa Zapata, Mauricio Curiñanco Reyes, Isaías Fuentealba Calderón y Daniel Castro López.

Como los vehículos en que se movilizaban los militares no eran suficientes, fueron a buscar al pueblo de Liquiñe a un señor de apellido Carmache a quien le pidieron su camioneta, llevando como chofer a Sixto Díaz. Por orden de los militares, alrededor de las dos de la madrugada del día 11 de octubre, subieron al vehículo a un grupo de prisioneros y los trasladaron hasta el puente Villarrica, sobre el río Toltén, lugar en el que los hicieron bajarse y obligaron a retirarse del lugar al chofer Sixto Díaz, a quien el vehículo le fue devuelto completamente ensangrentado. No se tuvo más información de las personas detenidas ese 10 de octubre de 1973.

De acuerdo a testimonios recabados, la detención fue realizada por miembros de la FACH, Carabineros y civiles, en especial Luis García, quien facilitó las instalaciones para torturar a las personas. Luego se dirigieron al Puente de río Toltén, camino a Villarrica. A eso de las 2 de la madrugada los ejecutaron, lanzando los cuerpos al río en sacos con piedras para que no flotaran, los que, de igual forma subieron a la superficie. En cuanto Carabineros se percató de la situación los empujaron nuevamente a la corriente, logrando hacerlos desaparecer.

En marzo de 1995, los familiares de las víctimas de Liquiñe inauguraron el primer memorial: una tumba colectiva por los detenidos desaparecidos del día 10 de octubre. El monolito es un acto simbólico, ya que no se han encontrado los restos. La gestión de este monolito fue realizada por los familiares de las víctimas, encabezados por la viuda del desaparecido Mauricio Curiñanco, quien consiguió el terreno donde se emplaza.