La región de Valparaíso constituye un conjunto de realidades muy disímiles entre sí. Por un lado, una zona costera con difícil interconexión, una zona intermedia unidas por la circulación de personas y una zona cordillerana también de difícil interconexión. Estas características geográficas sellaron también los acontecimientos que enmarcaron el golpe de estado de septiembre de 1973. En el sector costero, con el predominio de la Armada, el golpe empezó a desarrollarse desde temprano en la madrugada del 11 de septiembre, con la represión a los marinos constitucionalistas. En el resto del territorio la represión se fue incrementando con el transcurso del tiempo. Mención especial tiene relación con San Antonio, donde la presencia del Regimiento de Ingenieros de Tejas Verdes marcó niveles de represión que fueron más allá de la zona y que dieron origen a la política de terrorismo de estado que terminó siendo la base del control social impuesto por la dictadura.
También es necesario mencionar la instalación de campos de concentración en diversos lugares de recreación y balnearios populares de la región, destacándose por su importancia Ritoque, Puchuncaví y Rocas de Santo Domingo.
De todo este proceso han quedado lugares, vestigios, restos que son parte de la memoria de las y los sobrevivientes y de las nuevas generaciones que buscan entender y resignificar los acontecimientos que están a la base de las realidades que hoy se viven. La historia debe ser capaz de llenar los espacios oscuros y vacíos de nuestro pasado, para conformar una identidad que ayude a la cohesión social.
Esta guía visibiliza y contextualiza lugares del pasado doloroso de la región, conectándolos con el presente de esta ciudad-puerto tan relevante para el país, buscando así fortalecer las garantías de no repetición en pos de futuro más democrático.